Y llegaron las tan ansiadas vacaciones, pero seguramente nos vienen a la mente los cuidados que debemos tener con nuestros hijos, para que estas fechas no se vean opacadas.
Les compartimos este artículo de Jorge Churba
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología
Clínica (SEAIC) ha creado un decálogo para que alérgicos y familiares
disfrutemos de unas vacaciones sin
sobresaltos:
- Cremas solares y
antiinflamatorios: hay alergias cutáneas o eccemas que solo se
producen cuando los rayos del sol llegan a la piel. Entre sus causas más
frecuentes se encuentran algunas plantas -como las higueras, cítricos y
otras- o los filtros que contienen algunas cremas solares. En el caso de
los medicamentos antiinflamatorios y algunos antibióticos el efecto
fotosensibilizante puede producirse tanto por la aplicación en la piel
como al tomarlos.
- Comidas fuera de casa: en vacaciones estamos más
relajados y por eso pueden aumentar las reacciones alérgicas provocadas
por alimentos. No hay que olvidar que siete de cada diez reacciones se
producen fuera de casa. La SEAIC aconseja a los alérgicos a alimentos
vigilar todos los productos, leyendo detenidamente los ingredientes que
los componen: leche o frutos secos en los helados, trozos de frutas como
melón, kiwi y melocotón en postres y batidos; mariscos en pastas o
ensaladas, etcétera y preguntar a los cocineros en caso de duda.
- Frutas de temporada: algunas frutas como las
cerezas, melocotones o paraguayas pueden causar urticaria por el simple
contacto con la piel de las manos y los labios. También pueden causar
síndrome de alergia oral, inflamación y picor en la boca, los labios y la
garganta al comerlas. La reacción puede ser más grave y llegar incluso a
un shock anafiláctico. Frutas como el melón y la sandía frecuentemente
producen síntomas en la boca a personas alérgicas a pólenes.
- Picaduras: el riesgo de una reacción
alérgica por picaduras de avispas y abejas aumenta durante los meses de
verano. Por eso, los alergólogos recomiendan extremar la precaución al
aire libre y evitar, en la medida de lo posible, realizar comidas en el
campo. También aconsejan no vestir con colores llamativos ni estampados ni
perfumarse.
- Piscinas: los baños frecuentes en
piscinas en los meses de verano empeoran los síntomas de dermatitis
atópica , particularmente en los niños. Esto se debe a la irritación que
el baño prolongado, por un lado, y el cloro por otro, producen en la piel
fácilmente irritable de estas personas. Usar agua salada en vez de clorada
y los baños en el mar, por el contrario, mejoran las pieles atópicas.
- Tatuajes temporales: los tatuajes de henna se
pueden realizar durante todo el año, pero es en verano cuando son más
frecuentes. Muchas veces se agrega un un producto que permite fijar mejor
el tatuaje, la parafenilendiamina o PPD y es precisamente esta sustancia
la que puede provocar algunos casos de dermatitis y alergia.
- Residencias de verano: los ácaros, responsables
de la alergia al polvo doméstico, encuentran un ambiente favorable cuando
la temperatura es templada y la humedad relativa del ambiente es elevada.
Por ello son muy abundantes en regiones costeras. También por esta causa
la concentración de ácaros en las casas aumenta durante las épocas de
cambio estacional -primavera y otoño-, con lluvias y temperaturas suaves,
y suelen disminuir durante el verano e invierno. Hay que tener cuidado con
la limpieza en las casas que llevan tiempo cerradas. Lo ideal es
limpiarlas antes de que lleguen los alérgicos.
- Animales: en vacaciones se viaja a
entornos rurales donde hay animales con los que normalmente no tenemos
contacto y que pueden provocar alergia, como caballos, ovejas, cabras y
otros. Las alergias a animales más frecuentes son a los gatos o perros,
pero también pueden provocarlas ratones, cobayas, hámsters y caballos. Las
proteínas del pelo, la saliva o la orina de las mascotas pueden producir
una reacción alérgica que ataca a los ojos y las vías respiratorias en
forma de rinoconjuntivitis y asma alérgicos.
- Polen: aunque la polinización de
las gramíneas está terminando en la zona centro y se prolongará algo más
en el norte del país, hay que tener en cuenta que se prolonga más cuanto
más al norte viajemos. Por ello si te desplazas al centro y norte de
Europa es aconsejable que lleves la medicación para combatir los síntomas
de rinoconjuntivitis y asma polínicas. Otros pólenes como salsola en
algunas zonas de Castilla La Mancha, Aragón o Murcia, o parietaria en el
Levante protagonizan el verano.
- Campamentos seguros: hay campamentos para niños
asmáticos en los que aprenden a convivir con la enfermedad a la vez que se
divierten y pasan unos días en la naturaleza. Infórmate del más cercano.
Y no olvides llevar en tus viajes tu medicación.
Recuerda que en ocasiones precisarás tratamientos preventivos y en otras
medicación de rescate como antihistamínicos o broncodilatadores.
La SEAIC cree que no es recomendable llevar las vacunas en viajes cortos de verano. Además existen problemas para llevarlas en los aviones: tanto como equipaje de mano al tratarse de líquidos, lo que debería justificarse con un informe médico; o en la bodega, ya que las bajas temperaturas podrían alterarlas.
Si viajas en coche evita la exposición directa de la caja de vacunas al sol.
Y no olvides llevar un informe detallado del médico especialista en tu viaje.
¡Felices vacaciones!
La SEAIC cree que no es recomendable llevar las vacunas en viajes cortos de verano. Además existen problemas para llevarlas en los aviones: tanto como equipaje de mano al tratarse de líquidos, lo que debería justificarse con un informe médico; o en la bodega, ya que las bajas temperaturas podrían alterarlas.
Si viajas en coche evita la exposición directa de la caja de vacunas al sol.
Y no olvides llevar un informe detallado del médico especialista en tu viaje.
¡Felices vacaciones!
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